lunes, 7 de diciembre de 2009

DECALOGO PARA UN TIEMPO DE CRISIS

1. Reflexionarás personal y comunitariamente sobre el cómo y el por qué hemos llegado a esta situación de crisis.
Las cosas no pasan porque sí; hay muchas preguntas que plantearse: ¿qué causas han provocado esta situación?, ¿qué es lo que ha fallado?, ¿en qué nos hemos equivocado?...

2. Respetarás el valor sagrado de cada persona.
La persona humana, sea cual sea su origen y su condición, ha de ser el centro y el valor principal de toda sociedad. Todo ha de ponerse a su servicio. Jesús decía: “Lo que hacéis a mis hermanos más pequeño, a mí me lo hacéis” (Mt 25,40 ).

3. No cerrarás los ojos ante la pobreza de nadie (cf. Ex 3,7)
Que el dolor humano no te sea indiferente. Que nuestra crisis no sea una excusa para olvidarnos de millones de personas que corren el riesgo de morir de hambre en el Tercer Mundo.

4. Vivirás austeramente.
Aprende a valorar las pequeñas cosas. No olvides que no vales por lo que tienes, sino por lo que eres. Felizmente, lo más valioso sigue siendo gratuito.
5. Agradecerás y gestionarás responsablemente lo que has recibido.
Los bienes de la tierra son dones de Dios al servicio de todos; no somos dueños absolutos de esos bienes, sino administradores responsables (cf CDSI 346).

6. Convertirás tu queja y tu lamento en acción, búsqueda, movimiento, creatividad.
La queja y el lamento sólo pueden ser un desahogo momentáneo; lo permanente ha de ser el esfuerzo y la búsqueda responsable de una nueva situación. Felizmente, hay muchas rutas por las que aún no has navegado.

7. Reforzarás las redes solidarias de la sociedad e intensificarás los gestos de solidaridad con las víctimas de la crisis.
Quizá hoy sean otros los golpeados por la crisis; mañana puedes serlo tú. Que con tu colaboración se fortalezcan las redes solidarias que alivian el dolor de los más pobres. Siempre puedes aportar algo: tus manos, tu tiempo, tu amistad, tu dinero… Y recuerda que puedes ser solidario siempre, todos los días, todos los meses…
8. Unirás tu brazo al de otros muchos.
La unión hace la fuerza. Juntos podemos más. Toda clase de asociacionismo (sindical, político, deportivo, cultural, festero, vecinal, escolar...) puede aportar su granito de arena a la construcción de una sociedad a la medida del hombre.

Usarás y apoyarás las iniciativas que apuntan hacia un modelo de sociedad más humano y solidario: banca ética, comercio justo, banco de tiempo, cooperativismo, creación de empleo, voluntariado, renuncia a las horas extra para facilitar nuevos contratos…
10. Exigirás a tus gobernantes que gobiernen pensando en todos, especialmente en los últimos.
Exigirás a las autoridades, sindicatos y empresarios que unan sus fuerzas para crear trabajo en condiciones y distribuirlo mejor. El trabajo es un derecho y la mejor manera de ayudar a una persona.
Delegación de Acción Social y Caritativa Diócesis de Orihuela Alicante

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